¡Mucho cuidado!
El "nuevo" pseudo-producto ALQUILIA no es más que la última ocurrencia de La Corte de Arbitraje, que sigue tratando de engañar a todos.
Desde aquí queremos alertar una vez más a todas las inmobiliarias y a todos los propietarios para que NO CONFIEN en un servicio que se ha demostrado que, en manos de Mario Navarro y sus secuaces, solo provocará la frustración de quién lo contrate. Sencillamente, podemos adelantar que no funcionará.
Siguiendo la política y compromiso de este blog, siempre hemos querido acompañar todo lo que hemos afirmado con documentación. Y como internet es una inagotable fuente de información, ahí van las pruebas. La estrategia llevada a cabo por Mario Navarro, simple: crear una nueva empresa-tapadera para que parezca que Alquilia no tiene nada que ver la Corte de Arbitraje. Aunque para intentar ocultar su identidad real hayan creado la sociedad COBERTIA (véase la parte inferior de su web), basta una simple búsqueda en Internet para saber que esa web pertenece a la Corte de Arbitraje (Institucional, una nueva tapadera de Mario). Además, como podrán comprobar, el email de la persona que lo solicita tiene la extensión @cortearbitraje.es y la dirección de contacto es Pléyades 23.... ¡Oh, sorpresa! la sede la actual Corte de Arbitraje.
Como venimos afirmando, nos encontramos una vez más ante el último intento de tapar la verdadera identidad de los responsables de Alquilia, que no es otro que el señor Mario Navarro. Por último y por si a alguien le puede quedar alguna duda de quién realmente está detrás de Alquilia, no tiene más que ir a los boletines oficiales para comprobar que la sociedad COBERTIA está presidida por.... ¿lo adivinan? No, no es Mario Navarro sino su... ¿¿¡¡¡¡ madre!!!!????. En este documento podrán comprobar cómo ella aparece como Administradora Única de Cobertia, al igual que como la actual presidenta de la Corte de Arbitraje.
PD: me llegan una multitud de correos electrónicos avisando de que han visto a Alquilia en Telemadrid y en otras cadenas. Confiemos en que los propietasrios se den cuenta del burdo engaño.